Filtros, filtros y ¡más filtros!
- Helena Garay
- 8 jun 2022
- 2 Min. de lectura
En los últimos tiempos, las redes sociales se han convertido en el pasatiempo favorito de muchas personas, ofreciendo la posibilidad de conectar con otros usuarios de la red a través de follow, likes y comentarios.
Además, las redes sociales permiten ser quien quieras ser y mostrar únicamente aquello que quieres sin necesidad de mucho esfuerzo. Por otro lado, se han convertido en escenarios digitales donde las personas pasan a ser usuarios sin cierta "autenticidad" escondidos detrás de un @ y que en ocasiones, crean falsas identidades, siempre lo más perfectas posibles y muy lejos de la realidad.

Es España, una de las plataformas más populares y utilizadas es Instagram, donde lo importante es obtener el mayor número de likes y salir lo más guapo posible. Los usuarios buscan la foto perfecta, el escenario adecuado y la pose de moda para poder formar parte de una sociedad en la que, por mucho que digan lo contrario, los cánones de belleza siguen siendo lo más importante.
Instagram fue lanzado en el año 2010 y en estos años se ha podido apreciar cómo las publicaciones de usuarios y los diferentes perfiles han cambiado por completo. Con su llegada, las personas publicaban contenido random, un café, un paisaje o unas fotos lejos de fines puramente estéticos. Pero ahora, se cuida cada detalle donde el “yo” es lo que importa, haciendo que las escenas idílicas de paisajes pasan a un tercer plano, ya que el primero lo ocupa el usuario y el segundo su look.
Podríamos decir, que Instagram no refleja la verdadera esencia de las personas, sino la manera en la que las personas, en ocasiones, pierden su esencia. Los feed de esta red social son tan parecidos entre los usuarios que sorprende la falta de originalidad entre los contenidos. Esto lo podemos observar comparando tanto la gama cromática de sus imágenes, las poses y muecas o los escenarios elegidos para retratarse.
Un rostro sin imperfecciones, nariz estrecha, labios carnosos y pestañas largas. Eso nos ofrecen las historias de Instagram, fotos y videos que si el usuario quiere, solo duran publicadas 24 horas pero que esconden, posiblemente en la mayoría de los casos, las inseguridades más íntimas escondidas detrás de esa belleza artificial, en este caso digital.

En definitiva, los filtros que ofrece esta alternativa son cada vez más utilizados, de hecho, es raro ver a alguien que no los utilice a día de hoy. El “verse guapo” está de moda, el tener las piernas largas, está de moda, los labios gordos, están de moda y ¿la nariz delgada?, ¡mucho mejor!
Top Model Look II,Susumores Pretty Freckless, Colored Eyes,Top Girl Diamond o Beautiful Face son algunos de los más conocidos y utilizados. Unos filtros que no hacen otra cosa que distorsionar la realidad y aumentar considerablemente los complejos.
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